Siempre es placentero y recomendable dedicar unos minutos al día a la infravalorada tarea de la limpieza interior. Sanear los propósitos y sueños en dificultades, aspirar los enfados persistentes, enjuagar los disgustos momentáneos, desinfectar las tristezas o barrer las decepciones recientes. Son acciones que se amontonan en el desván del "mañana sin falta", y que hasta que el almacén no agota su aforo, no entendemos lo importante y beneficioso que habría sido ir dedicando algunos minutos diarios a vaciar la estancia.
Por si alguien quiere intentar darse ese tiempo hoy, os recomiendo que os tumbéis en algún sitio, cerréis los ojos y escuchéis la siguiente pieza. Poned el máximo de concentración en cada una de las notas que van llegando a vuestros oídos, a los pocos segundos estaréis realizando, inconscientemente, varias de las tareas que os descrito anteriormente.
L'Oiseau de feu (pájaro de fuego), es el título de un ballet compuesto en 1910 por el pequeño genio ruso Ígor Stravinsky. Aquí le tenéis en 1965, dirigiendo a la Orquesta Filarmónica del Royal Festiva Hall, en Londres. El último minuto es apoteósico y la ovación del público te deja los pelos de punta.
Disfrutadlo.
estoy encantada con los musicales que cuelgas en este magnifico blog, algunos me traen recuerdos pero este es espectacular, los escucho encantada mientras estoy haciendo cositas.
ResponderEliminarbesos y sigue así
Me alegra mucho que te guste. Intentaré seguir con un nivel alto en el apartado musical para no defraudarte.
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