Del poder y su adicción I

Hola a tod@s.
En primer lugar perdonar mi ausencia tantos días, pero, en ocasiones, durante algunas pequeñas rachas, me resulta muy difícil encontrar tiempo para el blog. Si a esto le sumas que las entradas que tienes en mente no las consideras muy especiales y están basadas en los mismos temas, que además se completan, se contradicen o se solapan de un día para otro, pues a veces me siento vencido por las circunstancias. En cualquier caso, tampoco me he sentido especialmente motivado últimamente y veía que esa sensación podía transmitirse al contenido del blog, cosa que no me gustaría.

Os voy a resumir un poco todo lo que nunca llegué a publicar. Os adelanto que he decidido pasar página con estos temas. Me han agotado y creo que no merecen entrar más en el blog. Más aún cuando estoy tan enganchado a verdaderos Blogeros, profesionales, que hacen maravillas con sus publicaciones y de los que aprendo cada día. Uno siempre tiene que tener presente que aprender, rectificar si es necesario y seguir adelante siempre es método de trabajo sinónimo de una victoria segura.

Llevo casi dos semanas avergonzándome realmente de este país. Si, parece fuerte y quizás, como digo, esté inmerso en un momento en el que esté viendo continuamente la botella medio vacía, pero no me resisto a cerrar los ojos y mirar hacia otro lado. Me niego!.

Políticamente somos unos mediocres. Y yo soy de los que piensan que la política de un país está estrechamente ligada a los valores de la sociedad que representan. Por pura propiedad transitiva no hace falta que diga más.

Llevo desayunando cada mañana desde hace muchos meses, un gran tazón de ineptitud manchada con una nubecita de insolvencia galopante, en la cual suelo mojar, dependiendo del día, unos trozos de villanismo recalcitrante untados en demagogia barata, algunos sinvergüencismos de calorro encorbatado bañados en chulería, he conseguido migarme algún carroñero sediento de votos e incluso algún día, he podido probar una buena ración de hojaldre de injusticia adornada con bengalitas anticonstitucionales. Tal cocktel de basura me ha creado una gran úlcera estomacal que me ha llevado a la total abstinencia político-gastronómica, por prescripción facultativa de urgencia.

Señores mios del gobierno, a las cosas hay que llamarlas por su nombre, son ustedes unos inútiles en cuestiones económicas. Para gobernar un país hay que tener un equipo de élite, tanto en formación, como el valores, en sentido de estado y en valentía. Y en cuestiones económicas (y en alguna otra) no están dando la talla en ninguna de dichas cualidades. Estamos de acuerdo que la crisis que padecemos no es culpa suya, pero este es su momento y su lugar y para eso se les paga. Apechuguen con lo que tienen y a currar. No pueden ser dignos de su puesto, ni de la confianza de su pueblo si cada "digo" le sigue un "diego" y viceversa. El líder es siempre la persona que toma las decisiones, en la que confían los demás. Pero si el líder anda temeroso, sin autoridad y rectificando a cada minuto, pues va a ser que no cuela.
Su ineficacia y cobardía nos ha llevado a vivir una situación peor de lo esperado a estas alturas de la película. Si su ideología es de izquierdas y sus axiomas van ligados a la política social, va a ser que la están cagando, pero bien.

Los funcionarios los primeros que pringan. Claro que si hombre!, como ser funcionario es sinónimo de sueldos no menores de 3000 € mensuales, más primas, incentivos y no dan un palo al agua, pues ala!!, a reducirles el sueldo. Además como cuando las vacas gordas se les subió el sueldo prácticamente lo mismo que a los albañiles, comerciales o emplead@s del hogar, pues ahora no les caerá mal esta medida. Además, que narices!!, como sus jefes somos nosotros y nos les podemos echar, porque han conseguido una plaza casi sin estudiar, ni sacrificar nada de sus vidas, pues bajada de sueldo y así espabilan. Y de paso mejoramos las cuentas del estado, por si hace falta inyectar más dinero a los pobres bancos y cajas de ahorros, no vayan a llevarse un disgusto sus directivos este año, si en Navidad nos les llegan los bonos de millones de euros. Además que si no lo hiciéramos, no podrían seguir prestando tanto dinero a los pequeños empresarios y familias que necesitan financiarse.

Y si vemos que esto no es suficiente, pues a los abuelos les reducimos el suelto también. Como prácticamente la mitad viven en residencias de lujo y la otra mitad están mantenidos por sus hijos, a los que no les falta trabajo y les llega puntualmente sin faltar un mes, la dotación por dependencia que se les concedió por una ley fantasma que no ha llegado a ver nadie, pero que todos conocen a un amigo que la ha visto, pues tampoco se quejarán mucho.

Bueno, y los ricos también aportarán lo suyo, no se vayan a creer que la izquierda no cumple. Los que ingresen más de 2 millones de euros tributarán con un extra. Temporalmente claro, no hay que hacer sangre, a ver si se van a arruinar y se meten a funcionarios como salida a su insostenible situación. Vamos, que el 0,8% de la población aportará su parte mediante este tributo. Impresionante el poco tiempo que vamos a tardar en sanear las cuentas con esta medida!!, buff!!, como se nos habrá ocurrido antes!!!.

Lo mejor está por llegar. La reforma laboral. Me meo sólo de pensarlo. Si las cosas siguen la senda que llevamos, no dudo que para despedirnos, nuestros jefes, sólo van a tener que dejarnos un Post-it en la pantalla del ordenador y adiós muy buenas. Sinceramente, confío en que respecto a este tema, se atrincheren y defiendan con sangre que esto no ocurra, porque sino cojo 20 céntimos, me compro un kilo de bosque y me pierdo.

Piensan ustedes que esto es sólo demagogia?, yo creo que no, es realidad con algo de ironía. Y lo peor de todo es que hay mucha gente que no tiene nada, que ha perdido su trabajo y no tiene ya ni una prestación por desempleo. Si estas medidas sirvieran para salvar a estas personas, yo sería el primero en apoyarlas, pero no creo que lo que podamos aportar los trabajadores sea suficiente. Aquí deben entrar en juego todos, y los que más tienen, más deben aportar y los que son cómplices de este desastre más todavía. Al menos así piensa mi mente de izquierdas.

Y sobre todo, en situaciones como las que vivimos, lo realmente importante es el compromiso y la valentía y aquí están jugando otros vocablos como poder y votos.

Continuará...