martes, 8 de junio de 2010

De la Moral y la Política

El pasado domingo 6 de Junio, en el periódico El País, Javier Cercas publicó este artículo lleno de chicha.

La puñetera verdad.


Echarle un vistazo a ver que os parece.



En mi opinión y como ya comenté en alguna ocasión, los valores y la moral de un individuo o una sociedad están estrechamente ligados a la política que les rodea. Ya sea a la del gobierno de turno o a la de los candidatos u oposiciones que representan el colorido político de ese Estado. Ya que éstos intentan representar o aglutinar muchos de estos valores individuales en un conjunto o partido como instrumento de representación general.
En ningún caso yo haría una separación tan radical de la política y la moral de forma que pudiera definir como buena o mala una respecto a la otra. Me parece una justificación con poco peso.
Salvo casos en los que el engaño fue tal que rozaría la intimidación, podría justificarse el optar por una opción moralmente cuestionable en cuanto a un contexto bélico se refiere. Pero en la mayoría de los casos y más en el ejemplo de Cercas, cuyo protagonista pertenecía a una familia acomodada y se supone con cierta cultura o conocimientos, no puede ponerse como pretexto el engaño o la propaganda al tomar la alternativa golpista. Y menos aún definirla como moralmente buena.
Donde si debe hacerse una clara separación es entre los objetivos de un bando y los medios utilizados para llevarlos acabo. Esto Cercas es lo que viene a definir como legal o ilegal. Pues bien, si unos objetivos políticos pretenden ser logrados mediante la ilegalidad, en mi opinión, dejan de poder definirse como legítimos. Y por ende, sus simpatizantes o seguidores dejan de tener una justificación moral positiva para lograrlos. Si los medios se vuelven corruptos e ilegales, la moral de los que los llevan a cabo y la de los que los apoyan se corrompe de igual modo. Aunque yo iría más lejos, ya que en mi opinión, los medios no son los que primero se corrompen, sino que son los valores y la moral de los individuos los que toma un cariz ilegal y corrupto en primer lugar y por ello las acciones o maniobras de éstos se tornan malvadas. De aquí que reivindique que de malas morales no pueden salir buenos actos o políticas y viceversa, de morales buenas no pueden salir acciones o políticas terribles. Es cuestión de prioridad existencial entre términos. En mi opinión siempre el Huevo fue anterior que la Gallina. Por ello, si se diese el caso de la excepción que confirma la regla, y un individuo moralmente cuestionable lleve a cabo políticas positivas, propongo revisar la primera variable, lo mismo nos encontramos con que ese individuo está moralmente mutando a mejor.

1 comentario:

  1. A mi me parecio clarito, porque No es cierto que los dos bandos de la Guerra Civil contribuyeran por igual a destruir la democracia. No hubo un bando moralmente bueno y otro malo, pero sí hubo uno políticamente bueno, el que defendió la legalidad y es imposible equiparar el terror del bando franquista con el terror del bando republicano durante la Guerra Civil, porque el segundo duró el tiempo que el Gobierno legítimo tardó en tomar el control de su zona y se practicó sin su aprobación (o al menos sin su aprobación explícita), mientras que el primero duró toda la guerra y fue organizado por las autoridades como parte de una guerra de exterminio, eso es lo que algunos llevamos mucho tiempo diciendo y nos tachaban de demagogicos

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