¿Hasta Cuando?

El título del video es: Cultura contra la impunidad.
El objetivo del mismo es reconocer a aquellas personas que fueron asesinadas de manera "injusta y arbitraria" y cuyas familias "siguen esperando" justicia y reparación.
El video recoge, durante nueve minutos, historias (casos reales, afirman desde la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica) relatados en primera persona por Pedro Almodóvar, Pilar y Javier Bardem, Juan Diego Botto, Hugo Silva, Almudena Grandes, Maribel Verdú, Juan José Millás o Juan Diego entre otros.

Almodóvar, Javier Bardem... se unen en un vídeo por la Memoria Histórica




Si, siempre son los mismos. O por lo menos algunos nunca fallan y siguen tirando de otros más jóvenes que inmediatamente ingresarán en el club de los asalariados y jornaleros del bando "progre" o "sociata". Así serán definidos por algunos a partir de ahora. Lo que está claro es que, por lo menos, son constantes y los años les avalan. Nunca han ofrecido ayuda y "Esperanza" porque el tema esté de actualidad y potencialmente les haga ganar popularidad y votos, y mañana, si te he visto no me acuerdo. Y esto lo hemos vivido recientemente con alguna que otra personalidad de esta, nuestra querida "Comunidad" (Autónoma).
Siendo sinceros, a parte de defender un sentido de la justicia bastante claro sin desfallecer, mal que le pese a muchos, al final no dejan de ser unos privilegiados, con mayores o menores fortunas y vidas acomodadas y resueltas. Aunque eso si, a base de currar. De hecho, no hay mejor forma de comprobar el trabajo de alguien que con tus propios ojos, y para bien o para mal, estas gentes viven de mostrarnos su trabajo. No hay más que ponerse a contar las películas, series, libros, artículos, etc... que aglutinan estos personajes para saber que algo si han hecho en sus vidas. Circunstancia que, por cierto, no puede decirse que sea tan evidente en algunas de las grandes fortunas de este país, cuyos orígenes nacen del saqueo vil y miserable que del pueblo hicieron, cual garrapata canina, los cobardes lacayos del bando golpista.
Quizás si la justicia existiese y la amarga ironía de la vida lo permitiera, muchas de las tumbas comunales en las que se encuentran perdidos cientos de desaparecidos, podrían exhumarse sin mayor "oposición", ya que se podría demostrar que esas mismas tierras donde yacen enterrados, son propiedad de las propias víctimas, de sus familiares o de sus herederos.
Por desgracia, hubo un tiempo donde los favores, traiciones y chivatazos se pagaban con lo que se saqueaba a los ejecutados y aún hoy en día, también se sigue mirando hacia otro lado. ¿Hasta cuando?.